¿Sabes que tu vocación es escribir, has terminado al menos una novela y te has interesado por el mundillo digital de la escritura? Entonces estás a punto de embarcarte en esta aventura, la de cómo crear tu marca personal de escritora.

¿Por qué es tan necesario? Muy sencillo: aunque cuentes con un amplio catálogo de libros, si no te das a conocer… ¿quién te va a leer? ¡No existes!

Hace unos años, solo las escritoras famosas (o escritores) tenían su propia marca personal. Piensa en Carmen Martín Gaite o en Stephen King, ¿verdad que se te llena la mente de ideas, imágenes e incluso sensaciones?

Esta exclusividad ha cambiado con el tiempo. Estamos en un periodo en el que la relación con las autoras se ha estrechado, porque nuestro público puede asistir a las ferias del libro o acudir a las presentaciones y charlar con nosotras. Así que debemos cuidar más que nunca la imagen que proyectamos.

Sí, el personal branding no es más que eso, repito: la imagen que proyectamos, lo que nos diferencia y nos define. La huella que dejamos en la mente de otras personas.

Cómo crear tu marca personal de escritora

¿Qué hace falta para crear una marca personal de escritora?

Una marca personal la componen diversos ingredientes: reflexión y autoanálisis, diferenciación, público, objetivos, creatividad visual y proyección.

Empecemos por lo básico: conócete bien a ti misma.

Asentar las bases es fundamental para construir una buena marca. Muchas veces nos mosqueamos porque alguien tiene una idea de nosotras que no se ajusta a la realidad. ¿Te has planteado a qué se debe? Quizá nunca hayas hecho nada por mostrarte tal como eres, no has alzado tu voz y han dejado que otros hablen por ti.

Si la elaboras correctamente ganarás coherencia, se unificarán todos tus mensajes y te identificarán. ¿Te imaginas que alguien reconozca una publicación es tuya en Instagram al instante? ¿O que sepan que eres tú por el tono y el contenido?

Es posible, créeme. Lo único que necesitas es trabajo y ganas.

5 pasos para crear tu marca personal de escritora

Hemos visto los cimientos en los que se sustenta una marca personal, y ahora entraremos de ello en los pasos imprescindibles para elaborarla.

Tómate tu tiempo, son muchas cuestiones por responder y el posible éxito dependerá, en parte, de la atención que le dediques a cada fase del proceso.

1. Ten claro tu objetivo principal

¿Qué tipo de escritora eres y cuál es tu principal meta relacionada con la escritura? ¿A dónde quieres llegar?

Visualizarte en el futuro que deseas te ayudará a tener claras tus prioridades. ¿Compaginarás un trabajo con la escritura? ¿O por el contrario quieres ser escritora profesional? ¿Prefieres vivir en una gran ciudad o en una casita en el campo? ¿Cuántos libros finalizarás en los próximos cinco años?

Al contestar estas preguntas, se disiparán tus dudas. Verás tu objetivo nítido y serás capaz de orientar tus acciones para alcanzarlo.

Una de las fórmulas más populares para llevar a cabo este ejercicio es haciendo un moodboard, un collage de imágenes que representen tus diferentes deseos vitales de aquí a 5 o 10 años. Te servirá de inspiración y te dará fuerza en los momentos de flaqueza (ojo, los hay, no nos vamos a engañar).

Este es el mío:

Moodboard - Crea tu marca personal de escritora

2. Descúbrete a ti misma

¿Quién soy? ¿Cómo me describiría en un solo párrafo? ¿Qué pasos he dado para llegar hasta aquí?

Para ahondar en nuestro interior, debemos hacer un repaso por cuestiones elementales: trayectoria, gustos, cualidades y valores.

Retroceder en el tiempo es útil para sentirnos orgullosas de lo que hemos conseguido y para hacer una autocrítica. Dibuja una línea cronológica y marca los puntos claves en los que tu vida ha dado un giro, como si fuese una novela.

Conocernos también implica saber qué nos gusta y qué se nos da bien. ¿En qué inviertes tus días libres? ¿En qué sueles destacar? Ser consciente de tus fortalezas y debilidades es una ventaja.

Y no nos olvidemos de los valores. Al ser comunes y entendidos por todos, serán tu guía y trazarán la ruta que quieres seguir.

Te comparto breve resumen de ejemplo: yo estudié periodismo y estoy especializada en social media, escribo cuentos desde los diez años y una de mis aficiones es la fotografía. Disfruto meditando en la naturaleza. Soy sensible y creativa y se me da bien escuchar y comunicar. Mis valores son la comunicación, la creatividad y el aprendizaje.

Ahora te toca a ti.

3. Mira a tu alrededor y busca tu elemento diferenciador

Una vez que sabemos cómo somos, el siguiente paso es analizar qué está haciendo el resto, ¿con quién nos comparamos?

Escritoras de nuestro mismo género hay muchas, sí, pero ¿acaso son iguales?

Investiga. Haz búsquedas, encuentra autoras similares a ti, libros como los tuyos… ¿Qué están haciendo? ¿Cómo se mueven y de qué forma se posicionan? Anota el valor diferencial de cada una para concretar mejor.

Después, vuelve a ti. ¿Qué te hace única y especial? Hay algo, hazme caso, por más que de primeras te resulte difícil verlo.

A mí se me ocurrió que podía combinar en mis proyectos la escritura con la fotografía. ¿Por qué no unir mis dos hobbies? Mezcla todo lo que se te ocurra y déjate sorprender.

Asimismo, puedes resumir tu diferencia añadiendo una coletilla cuando te describas: soy escritora de novela contemporánea enfocada en vidas de mujeres.

3. Construye tu buyer persona

Yo solía decir que escribía para mí. Durante muchos años guardé mis relatos en un cajita cerrada con llave. Pensar que alguien podría leerme me provocaba náuseas.

Con la madurez, ese pudor disminuyó, en parte por encontrar libros con los que me sentía identificada. Si esas historias me hacían bien, ¿podría ayudar a otras personas con las mías? Gracias a este pensamiento creé un blog para compartir mis escritos.

Por aquel momento no sabía que el público objetivo hay que definirlo. ¿Es lo mismo escribir para mujeres de 25 años que para hombres de 50? La respuesta es evidente: no.

Como tarea prioritaria, encuentra a tu público ideal. A esa persona de carne y hueso que devoraría tus libros. Échale imaginación y descríbela lo mejor que puedas: ¿qué edad tiene?, ¿a qué se dedica?, ¿cuáles son sus aficiones?, ¿qué series y películas ve? No me alargo más, pero cuanto más afines, mejor.

Te preguntarás: ¿y todo esto para qué? Muy fácil: definiendo bien a quién te diriges te resultará sencillo ponerte su piel y sabrás cómo aportarle contenido de valor.

4. Trabaja tu identidad visual: logo, colores y tipografías

Aunque te encanten las palabras y sea el terreno en el que mejor te mueves, para crear tu marca personal te hará falta una pizca de creatividad visual.

Querrás que tu público te identifique enseguida, ¿no es así? Para ello hace falta que construyas tu identidad visual. Es decir, tu propio estilo. Esto se consigue mediante la selección de colores, tipografía y un logo.

¿Lo ves como un reto? Aquí te cuento con todo detalle mi experiencia eligiendo los colores sin volverme loca. Te adelanto que hay dos conceptos clave en la toma de decisiones: la psicología del color y la paleta de colores.

En cuanto a las tipografías, fíjate bien en la licencia de uso (a no ser que pagues por alguna de ellas). Mis páginas favoritas para descubrir nuevas fuentes son DaFont y Google Font. Te advierto: es un verdadero vicio.

¿Y el logo? ¿Es obligatorio sí o sí? Las dudas son normales, en este post [ENLACE] te doy 5 razones para que tengas uno y te explico las diferencias que hay entre logotipo, imagotipo, isotipo e isologo. Aprenderlas te será de gran utilidad a la hora de crear el tuyo.

Un ejemplo de identidad visual lo puedes encontrar en mi perfil de Instagram. ¿Ves que todas las publicaciones siguen la misma línea? Tu feed será armonioso y estético.

Colores de tu marca de escritora

5. Hazte visible

Has recabado mucha información, ¿qué es lo siguiente para crear tu marca personal de escritora? Volvamos a tu meta principal: ¿qué quieres conseguir? Ser visible, vender más libros, hacer networking, acercarte a tu público, aumentar la interacción…

Esto es básico para crear una estrategia y medir los resultados, porque nos adentramos en un punto esencial: ser visibles. ¿Cómo le mostramos al mundo quiénes somos? Si mis escritoras favoritas, las que me han hecho reír y llorar, no hubieran trabajado su visibilidad, ¿cómo habría llegado hasta ellas? Con esto quiero que recapacites y veas que si permaneces estática, nadie va a encontrarte.

De acuerdo, ¿y por qué canales me muevo?, ¿por qué vías me doy a conocer? Aparte de asistir a eventos de tu temática en los que interactúes con el público y compañeras de profesión, tienes que cuidar tu marca en el ecosistema digital.

Hoy en día hay formatos para todos los gustos: redes sociales, blogs, podcasts, vídeos…

Mi recomendación es que como mínimo tengas una web con un dominio propio (.com) y un blog, porque será como tu casa. Un lugar en el que almacenarás tu contenido y atraerás a posibles lectores y a aquellos que te hayan leído y quieran saber más de ti.

También te aconsejo tener una red social de escritora. Te doy una pista para comenzar: busca dónde está tu público y qué contenidos suele consumir.

¿Ves que no es para tanto? Si tienes dudas, escríbeme.